jueves, 24 de enero de 2013

La historia mas terrorìfica jamas contada...

La habitación se encontraba tenue, la única fuente de luz era un foco a medio fundir que se encontraba colgando de un cable en el techo.
     "Mami-" Con una voz débil y duda en sus ojos, la infante trataba de entender que estaba ocurriendo.
     "Tranquila Teodora..." La madre le devolvía la mirada a su hija fingiendo una sonrisa a pesar de saber que era su fin como familia. El padre trataba de suprimir su miedo e impotencia sentado en el suelo y con las manos haciendo presión a su rostro.
     "Eh fallado como padre..." Decía el hombre abatido.
     "No digas eso por favor, e- era imposible evitarlo Heriberto..." Replicaba la madre.
La puerta estaba cerrada desde dentro, con el fin de que "eso" no entrara.
     "Pasó en Cocoyoc... los medios lo anunciaron... pero nunca pensé que esto nos fuera a pasar... debimos evacuar como los otros..." Explico el padre con un nudo en la garganta....
     "Papi ¿estas llorando?...no llores..." Dijo la inocente niña
     "...no p*ndeja..." Respondió el padre.
De repente un fuerte sonido nació desde fuera, eran gritos acompañados de constantes golpes a la puerta.
     "Está aquí..." Dijo el padre reaccionando de inmediato a los sonidos 
     "no hay nada mas que podamos hacer... saldré..." El hombre decidido se levantó y se apresuró hacia la puerta cuando sintió los brazos de su hija que abrazaban su pierna.
     "...no vallas..." Dijo la triste infante
     "Volveré..." Con una falsa sonrisa, el hombre le dio esperanzas a su hija. La madre comenzó a llorar, la hija  dejo libre a su padre y justo cuando este iba a abrir la puerta....
La manija de la puerta se giró... todo estaba perdido ya... "eso" los había encontrado... "eso" rugió y soltó un mensaje que pronosticaba augurio y destrucción para todo aquel que despertó creyendo que viviría otro día mas... "Disculpe amigo, ¿tiene tiempo para hablarle de Jesús?
...

Mi nombre es Teodora Urquidi y un Testigo de Jehova se comió a mi padre hace 10 años... Esta es la entrada número 65 de mi diario personal y quizas también la útima... 

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