lunes, 17 de diciembre de 2012

La princesa de los engranajes

Y bueno, aquí esta, al fin con un final, se que si lo releo, le podre cambiar mas cosas y demás pero por ahora estoy satisfecho, disfruten la historia, tal ves algún día logre venderla y la vean en un libro o revista o que se yo, pero de algo ahí que vivir. (copyright futuro y esas cosas)

La princesa de los engranajes


Hace mucho tiempo…….bueno hace no tanto pero si mas en el futuro. Había un hombre que se sentía bastante solo, tenía amigos y demás, pero eso varias veces no lo ayudaba, en especial cuando iba por la calle y veía a la gente feliz en pareja, así  que decidió tener citas, pero no era muy bueno,  toda mujer nueva que conocía terminaba odiándolo o como su amiga, hasta llegado al punto que decidió dejar de intentar además sus amigos y amigas no tenían más gente, así que decidió hacer algo y se construyo una robot, ¿Qué como supo hacer una robot? No lo sé, pero ¡hey! es un cuento vamos a dejarlo así.
Después de un par de meses, el término a la robot, medía un metro sesenta, con una bella sonrisa y unos ojos hermosos, su pecho estaba lleno de engranajes que giraban y por ende la bautizo como la princesa de los engranajes o prin para abreviar, estaba a punto de encenderla, presiono el switch y……..
 No encendió, el hombre de decepciono, no sabía que pudo salir mal, así que decidió irse a dormir, al día  siguiente despertó sin ánimo, fue a la cocina por su desayuno pero al ver lo que había en la mesa se sorprendió enormemente, prin estaba sentada en la mesa desayunando cereal, no podía creer que al fin si hubiese funcionado, mas aun no podía creer que prin desayunara,  el no esperaba que eso pasara pero no le molesto, al parecer prin disfruto tanto su cereal que no lo noto entrar a la cocina.
Al día siguiente entro en su cocina y noto algo impresionante, prin estaba sentada en la mesa comiendo cereal, el no podía creerlo, ¿Cómo era posible si anoche no se había activado?, decidió no preguntarse eso ahora, primero debía desayunar, después de todo el pensaba con el estomago habitualmente, así que tomo un plato, un cereal diferente y se sirvió su propio desayuno.
Después de unos cuantos minutos en silencio, prin se detuvo de repente, haciendo que el también dejara de comer, inmediatamente ella levanto su plato y bebió la leche que quedaba y dijo: …….buenos días
Bu……buenos días…- El  no podía creerlo, ella hablaba, nunca configuro eso, le había parecido muy complicado, aun así ella podía hablar. ¿Dime….sabes quién eres?- le pregunto- sí, soy la princesa de los engranajes, o  prin para abreviar, así me pusiste tu  y de hecho me gusta el nombre, le respondió inmediatamente sonriendo.
El seguía sin poder creerlo, pero decidió no pensar más en el ¿cómo? que definitivamente no averiguaría, sino mas en el ¿por qué?, y se quedo charlando con ella un largo rato en la mesa  sin preocupaciones.



Una semana después de ver a prin, decidió que era tiempo, y que prin debía salir y ver si podía mezclarse como la  gente normal, si era capaz de comer, debía ser capaz de interactuar con la gente, así que le compro ropa nueva (había usado la misma toda la semana, aunque en realidad estaba igual, ella no sudaba y siempre olía  bien), y la llevo a varios lugares, a restaurantes , y cuando pasaron por un parque, el, la perdió de vista, dio bastantes vueltas al lugar buscándola hasta que la encontró, estaba cerca de un grupo de jóvenes con un uniforme,  el hablo con  la que tenía un uniforme diferente, y le dijo que eran un grupo de campistas, a prin parecieron agradarle bastante así que decidió que la dejaría unirse, no sabía qué consecuencias llevaría eso, pero ella estaba feliz y eso era lo importante.
Después de eso todo se volvió más sencillo para ambos, noto que prin podía actuar con más libertad y empezó a llevarla a más lugares, iban a comer juntos, la llevo al cine, aunque no parecían gustarle mucho las películas, no entendía la regla de no hablar y terminaron sacándolos de todos los cines de la ciudad, hasta al llevarla al centro comercial cuando debía realizar un par de compras, ella también compraba, y hasta tenía que ir con ella a cada tienda a cargar las cosas, era casi como si……fuera una mujer real.
 Pero  no lo era y algo se lo recordaba todos los días, el hecho de que las manos de prin, fueran frías siempre, no importaba la temperatura que hiciese o que tan abrigada estuviese, siempre estaba fría, pues era una robot, y los engranajes no producían calor.
Una semana después, después de su salida campistas, y que él se fuera a algún restaurante cercano a esperarla, pues el amaba la comida y así tenia chance de ir a un lugar diferente cada vez, ella tenía que hacerle una petición. -ummm disculpa-dijo prin- ¿me permitirías ir de campamento?
Él lo pensó un buen rato, ella nunca había salido de la ciudad y cabía la posibilidad de que algo le pasara allá afuera, pero cuando vio su rostro emocionada sabía que no podría negárselo, así que le  dijo lo único que podía decirle: si, puedes ir. Ella se emociono enormemente y comenzó a saltar por todos lados.
Y ella salió algunos días, así que el volvió a su rutina pero algo cambio, al día siguiente después de salir de Wal-Mart y doblar en una esquina choco con una joven, el al principio no le prestó atención y se limito a recoger sus cosas, y a ayudarla, pero en cuanto subió la mirada, y la vio bien, ¡BAM!, se enamoro, ella era bastante bonita y usaba una playera de Mario Bros, con lentes, cabello largo y piel blanca, y el no lo pudo evitar.
El problema es que él era terrible en los acercamientos y esas cosas, - aquí tiene señorita- Leslie- le dijo ella –llámame Leslie. Un golpe de suerte para el supongo eso fue sencillo, pero seguía siendo un tonto y su siguiente pregunta lo demostraba: ¿así que…….te gusta el queso?, hijo mereces una bofetada pero sorprendentemente funciono y ella se rio.

Si, si me gusta gracias por preguntar- le dijo, y el no lo podía creer y a decir verdad yo tampoco, creo que nadie podría creerlo, el peor intento de conversación en el universo y funciono,  supongo que hay un roto para cada descocida, y él  había tenido una suerte de uno en un millón para encontrarla, bravo muchacho esperemos no lo arruines…
Y así fue, charlaron por varios minutos más, hasta que el helado que ella llevaba empezó a derretirse y tenía que irse a refrigerarlo, pero no sin antes dejarle su número de celular, su facebook (estos tiempos modernos) y se fue, apenas doblo una esquina el bailo como retardado, pero era de alegría, fue directamente a casa.

Prin volvió, pero por desgracia para ella, en tan poco tiempo mucho había cambiado, el parecía estar bastante ocupado, no  dejaba de hablar por teléfono, e incluso dejo de preocuparse por sus salidas con las campistas, el decía que ella ya era lo suficientemente madura si había ido tan lejos, aunque el en realidad aprovechaba para salir con otra mujer, el nunca las presento, ¿Qué pensaría Leslie si le dijese que vivía con tan bella maquina en casa, y que parecía tener vida propia? Creo que lo tacharía de loco y lo dejaría, y no me mientan se que ustedes harían algo similar, es que es francamente difícil de creer.

Ella se acostumbro a esa vida lo mejor que pudo, fueron largos meses, pero no le fue nada fácil, el hombre que la creo, con el que había pasado tanto tiempo, de un momento a otro ya no le prestaba atención, parecía estar muy ocupado para ella, pero eso no fue lo peor, lo peor llego después, justo cuando sus amigos vinieron a la casa y ella los escucho desde la cocina.

¡COMO QUE TE VAS A CASAR!- sonó estrepitosamente por toda la casa,- es  verdad, yo tampoco puedo creerlo, pero anoche se lo propuso y acepto.

El y todos sus amigos estaban muy emocionados, el al final lo había conseguido era feliz, después de tanto tiempo, sin saber que hacer corrió a su habitación, pero se detuvo a medio camino, allí había un armario, un armario que nunca ninguno de los dos había usado, bueno él una vez guardo cosas viejas allí, cosas que no volvió a ver, prin pensó que sería un mejor lugar que su habitación y se metió.
Una vez adentro, no sabía qué hacer ni como sentirse, se suponía que debía estar feliz, digo al fin su objetivo se había cumplido, el ya no estaba solo, aun así ella no se sentía así, inmediatamente golpeo la pared y se llevo las manos a la cara debió al polvo que salto, lástima que ese golpe tuvo consecuencias inesperadas, ya que una de las cajas viejas que había arriba le cayó encima, abriéndole el pecho, de donde cayó un pequeño engranaje, y aun así a pesar de ser el más pequeño, la desactivo, dejándola quieta durante 30 años.

Si ya me escucharon, 30 años,  deben estar pensado que el tipo es un tonto, por olvidarle y demás pero bueno, a veces muchas veces cuando nosotros somos felices nos  olvidamos de las demás personas, a todos nos pasan, no es nada de que avergonzarse, solo traten de no hacerlo y remediarlo, porque nunca saben lo que esa persona podría estar sintiendo.

30 años después….
Me saltare todo ese tiempo, tal vez en otra ocasión les cuente lo que paso, pero por  ahora sigamos, no olvidemos que este cuento, es de la ahora olvidada  princesa de los engranajes.   Así que vayamos directo a lo que nos concierne, el tuvo 2 hijos, 3 perros y demás pero le paso algo grave, algo muy común en el día de hoy pero no por ende menos doloroso, ¿adivinan? Por desgracia se divorcio, a él le entristeció igual a sus  hijos, pero su esposa lo abandono, a pesar de haber hecho su mejor esfuerzo como padre y esposo,  bueno a veces el mejor esfuerzo no es suficiente.
Y así lo encontramos, mismo cuarto, misma casa, más viejo sin duda, sentado al borde de su cama con la manos en la frente y pensando, hasta que le dio hambre y decidió que sería buena idea comer un sándwich, siempre lo hacía sentir mejor, incluso en el pasado cuando creía que no le importaba a nadie.
Pero algo cambio, por primera vez en más de 30 años  se detuvo a medio camino, allí vio algo que había ignorado gran parte de su vida, un simple armario, no era especial a simple vista, pero sin duda seria el lugar más significativo de toda su vida por lo que había adentro, así que después de 30 años sin motivo aparente lo abrió, y lo que encontró allí lo hizo estremecerse por los recuerdos.
Adentro estaba lo que aprecia ser una hermosa mujer(mas no lo era y era algo que no podía olvidar debido a sus manos, siempre frías), inmóvil durante 30 años, sin haber cambiado justo como él la recordaba, excepto por una fina capa de polvo que estaba sobre ella.
El  ser acerco y le paso las manos por el cabello, para después vérselas y notar que estaba llena de polvo, así que decidió  que no era lugar para ella y la llevo a la habitación, a pesar de ser pocos metros parecían más, porque ella era considerablemente pesada.
La limpio lo mejor que pudo con un paño húmedo, le cambio esas ropas polvorientas pero aun así,ella estaba apagada, casi como si estuviese……muerta.

No,  no, no, el sabia que de todo, ella no acabaría así, no sabía porque si no se había movido en 30 años y él ni siquiera sabía como la había prendido la primera vez, pero se rehusaba a creerlo.

Trato de todas las maneras que pudo, obviamente ninguna funciono, y aun tenia hambre,  bueno el hombre pensaba con el  estomago, que se le va a hacer, así que trato de ir de nuevo a la cocina y de regreso volvió a pasar por el armario, sintió que había algo adentro, aunque al   llevarse a prin, no vio nada mas, el  lo sintió y volvió a revisar.
Tirado en el piso estaba un pequeño engranaje, parecía estar deformado, en forma de corazón, era una tontería algo así no serviría en la vida real, pero no tenia mas ideas y decidió que no tenía nada que perder.

Al volver a su habitación, abrió su pecho, y justo allí donde parecía haber un hueco metió el pequeño engrane,  lo cerro y espero lo mejor.

Hubo un sonido metálico, seguido de otro mas orgánico, un llanto, ella estaba llorando, volvió a llevarse las manos a la cara y no pudo dejar de llorar, nunca había hecho algo así, el se acerco lentamente hasta estar frente a ella, prin subió la cabeza y lo vio, lo vio por un instante como era hace 30 años, pero pronto lo vio como era ahora, y sin dejar de llorar, lo abofeteo.
¿Por qué me dejaste tanto tiempo?-Le pregunto la princesa.-No lo sé, pero prometo no hacerlo nunca más princesa. La tomo de las manos y la abrazo,  por primera vez, sus manos….

Estaban cálidas…








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